Monday, December 13, 2004

The Spirit Of Radio

Luego de la explosión de productos dirigidos al almacenamiento y reproducción de música en formato mp3 y afines, se pensó en la inutilidad de la radio. Para qué puede uno querer escuchar una emisora radial si en lugar de eso tiene la posibilidad de piratear todo lo que quiera. De ese modo se evita escuchar propaganda indeseable, intérpretes indeseables y ritmos indeseables. Entonces porqué no hacerlo ahora mismo? Copiamos toda la piratería de Internet, procedemos a rippear CDs que inundan el escritorio… y ya está.

Luego procedemos a escuchar. Inicialmente existe una satisfacción egoísta. Aquello que creemos que es nuestra mejor selección de tracks responde a nuestro pedido. No existen interrupciones (a menos que así lo deseemos) y nos place. Pero llega un momento en el que se siente algo raro. Por más que tratemos de armar listas y aplicar shuffle por todo lado, al final terminamos escuchando el 10% del repertorio en un orden similar. Hasta podemos asegurar que después de los chillidos insuperables de Geddy Lee, aparecerá el retumbante bajo de Jack Bruce.

Y nuestra libertad de elegir se convierte en monotonía. La sorpresa del riff se convierte en un sonido intrascendente que pasa inadvertido. Y se comete el sacrilegio: el abuso del gusto se convierte en hastío; se desdibujan las imágenes inicialmente perfectas. Lo que era una excentricidad exquisita parece ahora un error de principiante.

Es por eso que retrocedemos, miramos atrás y comprendemos la naturaleza de la radio que por un momento quedó enterrada. Tal vez intentar revivirla sea una pérdida de tiempo, pero aún es posible rescatar su carácter. Siempre espera paciente el momento de atacar y ahogarnos en una nueva experiencia.

Para quienes siguen creyendo que la música consiste en descubrir, el espíritu de la radio aún permanece.

Monday, December 06, 2004

Shh...listen

Listening to music is a really strange experience. Every single human being is somehow attached to music.
Tightly or not? It depends. But music is inherent to people. Some of us just can't live without it, but others can't live bearing their neighbor's favourite tune! And there's the big deal. It doesn't matter how beautiful you may think a song is, but you can undoubtlessly find someone in this world who may consider it simply as crap.

And it doesn't matter how tolerating you think you are, you'll find you just can't stand some rythms. Let's take an example....... how about me? I equally hate The Rasmus (ok, i ignore the spelling), BSpears and Luis Miguel. They're all different, loved (well, at least they've got people in their concerts), people buy their records. Ok. Sorry but i can't.
And those who listen to them would prefer playing frisbee with my LedZep or Rush CD's. Let's face it: music was (and is) made by men and women; therefore at least one man or woman is there to enjoy it. So turn on your radio and play it loud so you won't listen to your neighbor's noise!!!