Friday, August 25, 2006

Astronomy Domine

En unos segundos más, se tomarán las decisiones. Se optará por un método tan democrático como arbitrario. La soberbia de nuestra especie no parece tener fronteras visibles. En un universo relativo en el que un grano de arena puede ser igualmente insignificante que toda la esfera terrestre, ante la inmensidad del vacío y la materia obscura, nos atrevemos a someter a imponer clasificaciones déspotamente y con suficiencia dictatorial.

Hoy como hace dos mil quinientos años, miramos luces en el cielo y les damos nombres, las asociamos a nuestras humanas deidades y les atribuimos influencia sobre nuestra conducta. Bolas de piedra y gigantes gaseosos que dan vueltas sin hacerse preguntas y mantienen su redondez tal vez por estética. Vecinos milenarios de un barrio perdido de la Vía Láctea.

Cuando nuestros ojos sean capaces de mirar un centímetro más lejos, encontraremos nuevas excepciones a la regla y nuestras leyes tendrán que ocultarse tras la puerta para no hacer ridículo y evitar bochornos. Es la ciencia humana que encuentra en la negación de si misma la única forma de superarse.

Neptun, Titan, Stars can frighten.

Sunday, August 13, 2006

Wild horses

« À l’intérieur de l’écurie, sous le regarde ennuyé des juments, des étalions et des poulains, je me promenais erratique et insensible à la présence des individus qui prétendaient conserver leur condition d’êtres humains. »

Los paisanos parecen totalmente concentrados en hacer que su aparentemente inestable carruaje no quede enterrado en el lodo. Ha llovido sin piedad de ninguna clase y la carrera de carros a cuatro caballos se hace épica. Los rostros de los competidores se han fundido con carros y caballería en auténticas estatuas de barro. Y el público decide que el espectáculo es interesante, como forma de encontrar un consuelo a un día aguado.

stán ahí reunidos y son cientos. Agitan los brazos y alientan a competidores anónimos que nunca conocerán y comentan con el desconocido más próximo, con la naturalidad fraterna del anonimato. Se vieron las caras hace 15 minutos cuando hacían cola para comprar un guisado de cerdo, y se dijeron “buen apetito” enseguida. Se acomodaron lado a lado para ver las carreras y aplaudieron al unísono cuando la tácita regla así lo ordenó. Al final de la jornada formaron una columna de automóviles que abandonan lentamente el campo.

Tal vez mañana amanezcan relinchando y dando coces.