adentro tuyo
Es simple esa decisión. Por un lado tienes la posibilidad de decir si y asumirlo con esa seguridad de los ganadores. Claro, queda impecable la figura invencible y confiada de uno mismo, aquel que siempre es capaz de decir 'puedo hacerlo sin problemas'. Pero del otro lado está esa respuesta del débil, del cobarde y miedoso. Aquel que no quiere arriesgar y prefiere arrinconarse al lado de su cama, donde se siente cómodo. Y dice 'no, no puedo'. Lo dice suavemente.
Lo mas interesante es que en esa debilidad oculta una rara fortaleza. Si, es capaz de decir no en función de lo que sus manos pueden tomar. O en función de algo mas grande que no está dispuesto a abandonar. Claro. Puedes aceptarlo todo y simular autosuficiencia. Pero por dentro sabes que no naciste con la omnipotencia como don. Y tarde o temprano tendrás que dejar una cosa por otra.
Que prefieres? No se puede arriesgar algo que se logró con tanto esfuerzo, simplemente porque alguien viene y te ofrece algo que en realidad no quieres, ni necesitas. Si, eso que te ofrecen puede ser grande, si, puede significar prestigio y quien sabe que otras cosas. Pero eso solo alimenta tu ego. Y tu necesitas alimentar ese corazón que sabes que palpita, despacio pero palpita.
Ya sabes que tienes que decir, y no me lo preguntes otra vez...
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